Parecería que seguimos en caída libre. Son muchos los que están absolutamente convencidos de que nos hundimos sin remedio, inmersos en una crisis que vino de repente pero cuyo final no parece llegar nunca (eso si es que hay un final). Pero ¿Es tan cierta y real esa crisis como nos quieren hacer creer desde los poderes financieros, políticos y mediáticos? O es mas bien un buen argumento para despedir trabajadores, bajar sueldos o hacer recortes que hace tan solo unos meses eran impensables. ¡Qué mas da! Este es un discurso reservado a hippies, izquierdosos, rojeras e indignados. Lo curioso es que a muchos otros la crisis no aparece afectarles o, mas bien, todo lo contrario, les beneficia claramente. No hay mas que ver el caso de los directivos de la CAM y de otras entidades financiares, responsables de llevarlas a la quiebra pero indemnizados por ello ¡con millones de euros! ¡Qué cara dura!. Mientras tanto, recortes en sanidad y educación ¡viva el liberalismo! Lo dicho ... desvergüenza a raudales
